Rocío Molina en Japón bailando con kimono. De esta forma ha celebrado el Dia de España en la Expo de Osaka. La coreógrafa y bailaora malagueña juega con el flamenco como puente entre Oriente y Occidente. La Premio Nacional de Danza y Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes, fue la elegida para encabezar el cartel de un espectáculo que ofrece una mirada al flamenco de vanguardia.
Acompañada encima del escenario por el trío Sabil y el guitarrista Óscar Lago, y ante una pantalla gigante donde se proyectaban imágenes de la propia coreógrafa y bailaora y paisajes naturales, Molina sorprendió al público al aparecer escondida bajo un kimono blanco y rojo de amplia capucha y mangas holgadas.
La artista malagueña se deslizó sobre el escenario a ritmo de laúd y trazó arabescos con sus manos tan propios del flamenco como del drama musical nipón noh, antes de emerger poco a poco de su kimono, como si de una crisálida se tratase, ya con chaqueta y falda negros.
El espectáculo de Molina, bautizado "Flamenco Views" y cuyo apartado audiovisual estuvo a cargo del dúo sevillano Los Voluble, tuvo lugar ante unos 500 asistentes al auditorio Ray Garden en el recinto de la Expo, ubicado en la isla artificial de Yumeshima en la bahía de Osaka (oeste de Japón).
Japón es considerada la segunda patria del flamenco tras España, debido a la gran popularidad de este arte en el país asiático y a su gran número de tablaos, academias y músicos dedicados al mismo.
La Exposición Universal, que abrió sus puertas el pasado 13 de abril, dedica jornadas temáticas a cada uno de los 158 países y territorios participantes, y este 16 de mayo es el turno de España.