La mitad de los alumnos se han negado a ir a clase como forma de protesta. Quieren que el colegio se arregle y continúe funcionando en el barrio, donde lleva más de 40 años.
Un centenar de alumnos del colegio Domingo Lozano de Málaga, cerrado por deficiencias en el edificio, no han acudido este lunes a los centros donde han sido reubicados.
A las puertas del colegio clausurado, familias afectadas se han concentrado para denunciar las dificultades de conciliación que para ellas supone tener a acudir a centros más alejados. Se quejan además de que algunos hermanos han sido divididos en centros diferentes, lo que dificulta la tarea de llevarlos a clase.
Piden que se arregle el edificio para que el colegio vuelva a funcionar en el barrio, donde lleva más de 40 años, y mientras tanto un autobús que traslade a sus 265 alumnos a los centros donde se les ha reubicado, el Luis Braille y el Ciudad de Popayán.
En total son 13 unidades, de las que seis se ubican ahora en el Ciudad de Popayán (desde los tres años a segundo de Primaria) y siete van al Luis Braille (de tercero a sexto de Primaria).
El Domingo Lozano fue cerrado por motivos de seguridad el pasado mes de diciembre, tras detectarse grietas y otras deficiencias en la cimentación.
Desde la Delegación de Educación aseguran que la distribución de los estudiantes en dos centros se debe a que resulta materialmente imposible la ubicación inmediata en un único edificio. Y anuncian que se estudia la reunificación de hermanos.