Decenas de bidones de los que habitualmente utilizan los traficantes para abastecer a las narcolanchas en alta mar han sido devueltos por las mareas a los arenales que discurren entre Cuesta Maneli y Matalascañas.
La actividad del narcotráfico se hace cada vez más visible en la costa de Huelva. Como muestra, las decenas de bidones de combustible para abastecer a las narcolanchas que han sido arrojadas por el mar este domingo a la playa que discurre entre Matalascañas y Cuesta Maneli, en el parque de Doñana.
Con los temporales las garrafas son arrastradas hasta la orilla con toda la basura mareal. Residuos procedentes de las desembocaduras de ríos donde las operaciones delictivas ligadas al tráfico de drogas son significativas en los últimos tiempos, como el Guadalquivir, la ría del Carreras en Isla Cristina o el Guadiana, en la frontera con Portugal.