Los vecinos ya se han acostumbrado a su presencia
Los animales buscan el alimento y el agua que no encuentran en los montes por la escasez de lluvia
Al amanecer y al anochecer las cabras montesas del Parque Natural de la Sierra de Grazalema bajan a Ubrique en busca de agua. Los vecinos incluso le preparan garrafas y barreños de agua. Ubrique está en el corazón de la sierra, para las cabras es su hábitat natural, su territorio.
Los encuentros son continuos y crean entre vecinos y visitantes una relación directa y cercana. La cotidianeidad conlleva a que no se tomen las precauciones propias del encuentro con animales salvajes. Las acarician e incluso hay vecinos que han cogido cabritos y se los han llevado a casa.
Las autoridades piden que no se acorten distancias porque además del contagio de sarna, ha habido casos de cornadas.