En Montilla-Moriles, Córdoba, esperan que cuando termine el confinamiento habrá un efecto rebote en la ventas
El sector está muy preocupado con la cancelación de las ferias y catas
Las bodegas andaluzas han perdido un 80 por ciento de las ventas con esta crisis sanitaria. Una situación que afecta sobre todo a las pequeñas bodegas situadas en las demarcaciones con Denominación de Origen. Es el caso de la de Montilla-Moriles, en Córdoba, donde esperan que el final del confinamiento tenga un efecto rebote en las ventas.
La primavera es la fecha clave de ventas para el sector. La cancelación de ferias y fiestas, catas y el cierre de bares y restaurantes ha supuesto que el 80 por ciento de los vinos se queden sin vender en las bodegas. Las grandes bodegas, aunque perjudicadas, siguen distribuyendo botellas a supermercados y grandes superficies. Confían en que cuando se levante el confinamiento, se produzca un efecto rebote que dispare de nuevo las ventas para surtir a toda la hostelería.
De momento, no se sabe cuántos meses durará este descalabro económico ya que, a las semanas de confinamiento, se puede unir después la posible contracción del consumo. Mientras tanto, en el campo se sigue trabajando
para la próxima vendimia de este verano que llegará con las bodegas más llenas que nunca.