Este fin de semana la liga nacional de grafitis reúne a una decena de artistas den Ventas de Huelma mientras en la capital el ayuntamiento limpiará los garabatos que inundan parte del patrimonio histórico
Puerta de Elvira es una de las entradas al Albaycin, barrio declarado como patrimonio de la Unesco, que no se libra de pintadas a pesar de las cámaras, su céntrica ubicación y el tránsito de miles de personas. Algo que agota y arruina a administraciones y vecinos.
Nada que ver con los grafitis que este fin de semana cubren las fachadas de Ventas de Huelma que un verano más se ha traído la liga nacional de grafitis que recorre pueblos como este que ven en estos artistas una forma de poner de embellecer el entorno, este año con el tema de cuidar el planeta. La pintura es casi la misma sólo que en manos distintas, gamberros en un sitio, artistas con alma y mensaje en otro.