Esta mujer de Jaén abrió en marzo una petición de firmas en change.org para denunciar los fallos en las pulseras que, en su caso, no sirvieron como prueba contra su ex marido.
Lo cuenta en Despierta Andalucía.
En Despierta Andalucía hemos hablado con María, nombre ficticio de la mujer de Jaén víctima de violencia de género que ha recogido más de 27.000 firmas en Change.org para pedir al Ministerio de Igualdad que garantice el "correcto funcionamiento" de las pulseras telemáticas para maltratadores.
María cuenta el calvario con su ex marido que le llevó a tener una orden de alejamiento y la protección de la pulsera. Y cuenta que, el primer Cometa, como se llama el sistema, sí funcionaba correctamente, pero el segundo, el que ha generado los problemas, no. Tanto es así que la última denuncia que presentó fue sobreseída porque eran tantos los errores de localización que "la pulsera no se pudo admitir como prueba".
"Este Cometa no da informes como prueba jurada y se ha visto ya", remacha María quién ahora vive sin ninguna medida de protección.
FIRMAS EN CHANGE.ORG
María abrió ya en marzo una petición en Change.Org por los fallos en las pulseras. "Soy una mujer víctima de violencia machista y víctima también del sistema de pulseras de supuesta protección (Cometa)", denuncia en la petición.
La mujer, que afirma haberse sentido "totalmente desprotegida" con las pulseras, pide que se modifique "urgentemente" el sistema "para que dejen de fallar y protejan de verdad a las víctimas".
"La primera vez que mi exmarido me pegó fue en 2012 y desde entonces vivo en una pesadilla. Me divorcié, le denuncié. He vivido años de acoso constante, incluyendo destrozo del mobiliario exterior de mi casa. Finalmente el juez decidió ponerle una orden de alejamiento y a mí una pulsera de protección", cuenta.
En su petición, señala que las primeras pulseras que llevó sí funcionaban "correctamente". "Estuve un año con ella y sonó más de 600 veces. Fue terrible, pero la realidad es que el sistema funcionaba, porque gracias a esos avisos mi exmarido, por fin, entró en prisión", apunta.
Sin embargo, denuncia que con el sistema Cometa, el actual, que se encarga del seguimiento de las pulseras para maltratadores, se ha sentido "totalmente desprotegidas, sintiéndose que "no llevaba absolutamente nada".
"ANSIEDAD DURÍSIMA E INNECESARIA"
"Te sientes totalmente indefensa y sabes que lo que marca no es una realidad. Genera a las mujeres una ansiedad durísima e innecesaria cuando avisa y el agresor en realidad no está cerca, y lo que es todavía más grave, si eso sucede, cómo sabes que no va a pasar lo contrario, que tengas a tu maltratador a unos metros pero que la alarma esté saltando porque no funciona bien", dice.
Finalmente, la mujer destaca que se trata de un "grave problema que necesita soluciones urgentes y efectivas". "Unámonos para mejorar la seguridad de mujeres en esta situación tan vulnerable", concluye.