El accidente ha dejado al menor con una importante erosión en la espalda y el caso ya está en el juzgado de Instrucción de Baeza y la piscina clausurada.
El niño que sufrió erosiones en la espalda con la bomba de la depuradora de una piscina de Ibros se recupera tanto del susto como de las heridas. Mientras, tanto el juzgado de instrucción de Baeza, en Jaén, como el Ayuntamiento, tratan de desentrañar lo que ocurrió. La piscina ahora está clausurada.
Todavía queda por desentrañar las circunstancias en las que el niño sufrió erosiones en la espalda. La piscina pequeña es independiente de la grande, tiene distinta depuradora e, incluso, el agua se trata con sal, y no con cloro como la de mayores. De todas formas, estos casos, según los profesionales del socorrismo, no suelen ser normales.
No obstante, piden responsabilidad, también a los padres, a las familias. Y es que no dejan de recordarnos que las playas, los ríos y las piscinas, y en general todas los espacios acuáticos, son lugares que entrañan riesgos. No solo para los niños, también para los adolescentes, por sus imprudencias, y los más mayores, por sus abusos.
El pasado año, y según la Federación de Salvamento y Socorrismo, murieron cerca de 400 personas en España, 56 de ellas en Andalucía. La mayoría en playas, y una cuarta parte en piscinas y ríos. Casi el 80%, 315 personas, eran hombres y, en su mayoría, con más de 46 años. De todos ellos, 37 eran menores de edad.