El supuesto agresor se enfrenta a penas de más de 30 años de prisión, aunque ha negado los hechos y lo achaca a un plan urdido por los niños.
Este lunes se ha vivido en los pasillos de la Audiencia Provincial de Jaén la dureza de un caso que ha requerido de seis acusaciones particulares y la declaración en sala de los siete menores presuntamente víctimas de abusos. Ellos y sus familiares, en un ala de la Audiencia, y acusado y abogados, en otra.
Ya en la sala, el primero en declarar ha sido el acusado, que ahora tiene 36 años y que responde de unos hechos ocurridos hace tres. A preguntas del fiscal y las acusaciones ha negado todos los hechos que se remontan a mayo de 2019 cuando, según el escrito del ministerio público, se acercó a los menores que montaban en la cochera de uno de ellos una cofradía para las Cruces de Mayo. Al parecer, los engañó sobre su situación familiar, se involucró en su afición por la Semana Santa y terminó llevándolos a su casa para supuestamente abusar de ellos. Incluso, a uno lo habría agredido físicamente cuando se negó.
Los hechos habrían durado aproximadamente cuatro meses y, según los informes psicológicos, desde lo ocurrido los menores muestran cuadros de ansiedad, miedo, sentimiento de culpa y problemas en la esfera sexual.
Las peticiones de penas del fiscal y las acusaciones suman casi 30 años de prisión por los delitos de agresión sexual, abusos sexuales, agresión, exhibicionismo y corrupción de menores.
La defensa pide su libre absolución y achaca la denuncia a un complot urdido entre los menores.