Audiencia de Huelva
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Montoya insiste en culpar a su expareja del crimen de Laura Luelmo

En su declaración en la primera sesión del juicio, el acusado ha reiterado la últimas de las versiones que dio sobre el asesinato

El magistrado presidente del juicio ha decidido que se celebre a puerta cerrada. Así lo han comunicado desde el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

La Fiscalía solicita 32 años de cárcel y prisión permanente revisable por los delitos de detención ilegal, agresión sexual y asesinato.

Laura Luelmo, zamorana de 26 años, fue asesinada en diciembre de 2018 en El Campillo.

CANAL SUR MEDIA 15 noviembre 2021

Bernardo Montoya, acusado de la agresión sexual y el asesinato de la joven zamorana Laura Luelmo en El Campillo en diciembre de 2018, ha ratificado este lunes ante el jurado popular la versión en la que asegura que es inocente y culpa del crimen a una expareja suya.

Antes de entrar a la Audiencia de Huelva para la sesión de tarde del juicio que ha comenzado este lunes y se celebra a puerta cerrada, el abogado de Montoya ha dicho a los periodistas que su defendido "en absoluto" se ha declarado culpable.

Aunque en un primer momento, tras el crimen, Montoya confesó tanto en sede policial como judicial, en incluso ante las cámaras de televisión, ser autor de los hechos y pidió perdón a la familia, meses más tarde cambió su versión asegurando que era inocente y culpando a una mujer que fue su pareja sentimental.

Dijo que esta mujer actuó movida por los celos y que él se culpó "por amor y porque no estaba en condiciones muy idóneas".

Es esta versión la que, según su abogado, ha mantenido en el juicio, donde ha vuelto a atribuir el crimen a su expareja, una mujer que, aunque constó como investigada en la causa, finalmente fue excluida.

En la sesión de la mañana, además de Montoya, también han declarado cuatro testigos, según han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.

El juicio se ha reanudado a las 16:00 horas y estaba prevista la declaración de otros diez testigos.

Montoya se enfrenta a una petición de la Fiscalía de prisión permanente revisable por un delito de asesinato y 32 años de cárcel -20 por un delito de detención ilegal y 12 por el de agresión sexual-.

La acusación particular que ejerce la familia de la víctima y la acusación popular en nombre de la Junta de Andalucía también han pedido prisión permanente revisable.

Según el relato del fiscal, el 12 de diciembre de 2018 el acusado abordó por sorpresa a la joven, quien volvía a su domicilio tras hacer la compra en un supermercado cercano y la introdujo a la fuerza en su domicilio.

Una vez dentro comenzó a propinarle golpes y puñetazos dejándola malherida y debilitada y tras inmovilizarla, atándole las manos, y taparle la boca, la trasladó a uno de los dormitorios y la agredió sexualmente; tras finalizar volvió a golpearla hasta la muerte, la introdujo en el maletero de su coche y la abandonó en el lugar donde fue finalmente encontrada sin vida el 17 de diciembre.

RECIBIDO CON ABUCHEOS

Bernardo Montoya, acusado de agredir sexualmente y asesinar en el mes de diciembre de 2018 a Laura Luelmo, la profesora zamorana de 26 años, en la localidad de El Campillo (Huelva), ha llegado este lunes sobre las 9,36 horas a la Audiencia Provincial, donde esta jornada comienza el juicio con jurado popular por este crimen.

En las inmediaciones de la Audiencia había un dispositivo de seguridad para garantizar que todo transcurriera durante el juicio con total normalidad y la llegada del acusado se ha producido sin incidente alguno, aunque entre abucheos de los congregados.

El magistrado presidente del juicio ha decidido que se celebre a puerta cerrada. Así lo han comunicado desde el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), precisando que la decisión se ha adoptado después de que todas las partes lo hayan solicitado y haya oído al jurado que se ha pronunciado en la misma línea.

No ha trascendido, sin embargo, si el jurado ha sido unánime a la hora de posicionarse en la misma línea que las partes.

La decisión está siendo muy criticada por los profesionales de los medios de comunicación que cubrían el juicio al entender que se ha coartado su derecho a informar.

Ha sido el abogado de la acusación particular, Francisco Luelmo, el que ha solicitado que el juicio se celebre a puerta cerrada para garantizar el derecho a la intimidad y privacidad de la víctima y su familia, petición a la que se han adherido a todas las partes.

Ha precisado que esta vista es mediática "a nuestro pesar, a pesar de la familia de Laura Luelmo" si bien, ha apuntado, que "más mediático fue el juicio de La Manada de Pamplona y "fue a puerta cerrada porque se entendió que se podía perjudicar un derecho fundamental, en este caso de la familia y de la víctima".

La decisión ha sido comunicada a los que esperaban para acceder a la sala de vistas por un agente de sala, por lo que a partir de ahora todas las sesiones se celebrarán sin público.

Se trata de un caso que despierta un gran interés mediático. De hecho, se han acreditado para su cobertura un total de 35 medios de comunicación, entre periódicos, televisiones, radios y medios digitales.

El juicio ha comenzado con la constitución del jurado, la declaración del acusado y de dos testigos. 

En la sesión de tarde de esta jornada, tendrá lugar la declaración de 12 testigos

El JUICIO SE CELEBRA TRES AÑOS DESPUÉS DEL ASESINATO

El caso Laura Luelmo llega a juicio casi tres años después y sienta en el banquillo a Bernardo Montoya, que se enfrenta a una condena de prisión permanente revisable.

Es un jurado popular el que decide sobre la culpabilidad o no de Montoya, único acusado. Si bien en un primer momento confesó en sede policial, judicial y ante las cámaras de televisión, ser autor de los hechos, meses más tarde cambió su versión y aseguró que era inocente.

Culpó a su expareja , quien, pese a constar en un principio como investigada, fue excluida finalmente de la causa.

La desaparición de Luelmo se produjo el 12 de diciembre, apenas cuatro días después de que se trasladara a vivir a El Campillo para cubrir una baja de la especialidad de Plástica en el instituto de Educación Secundaria Vázquez Díaz de un pueblo cercano, Nerva.

Cinco días más tarde, tras largas batidas por la zona en la que participaron centenares de voluntarios, su cuerpo fue hallado en un lugar conocido como Las Mimbreras.

Al día siguiente fue detenido Montoya, un vecino del pueblo que residía en una vivienda frente a la de la joven y que tenía con antecedentes por asesinato.

La Fiscalía solicita 32 años de cárcel y prisión permanente revisable por los delitos de detención ilegal, agresión sexual y asesinato.

Relata el fiscal que alrededor de las 17.30 horas del 12 de diciembre el acusado abordó por sorpresa a la joven al volver a su domicilio tras hacer la compra en un supermercado cercano y, con ánimo de privar su libertad de movimiento, la introdujo a la fuerza en su domicilio.

Una vez dentro, comenzó a propinarle golpes y puñetazos dejándola malherida y, tras inmovilizarla, la trasladó a uno de los dormitorios y la agredió sexualmente. Después volvió a golpearla hasta la muerte, la introdujo en el maletero de su coche y la abandonó en el lugar donde fue encontrada sin vida el 17 de diciembre.

Tanto la acusación particular, ejercida por la familia de la joven, como la Junta de Andalucía -acusación popular- han solicitado prisión permanente para Montoya, quien lleva en la cárcel de Huelva desde el pasado 2 de noviembre, día en que fue trasladado desde la de Sevilla II, en Morón (Sevilla), a la espera del juicio.

 

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