Las obras de un nuevo pozo enturbia los acuíferos y abrir el grifo es, para los vecinos de esta localidad de la sierra, en balde la mayor parte del tiempo.
El millar de vecinos del municipio onubense de Cala se encuentran con 16 horas de cortes de agua por las obras de un nuevo pozo, una situación que se prolongará unas semanas más, hasta que se acaben dichas obras.
Las obras de un nuevo pozo enturbia los acuíferos. Abrir el grifo es para estos vecinos de Cala en balde la mayor parte del tiempo. Y es que a medida que se avanza en la perforación aumenta la turbidez en los acuíferos.
Desde Giahsa, la empresa pública del agua, se palía esta situación con el aporte de agua con camiones cisterna al depósito municipal.
Cala es uno de los casi 20 núcleos en la Sierra de Aracena que durante el verano ha sufrido reducciones en el consumo del agua. Pero las restricciones al abastecimiento pueden extenderse a toda la provincia si no se revierte la situación. De hecho, desde el 1 de enero ha entrado en vigor el objetivo de reducir un 10% el consumo de agua destinado al uso urbano.
Las restricciones al riego en los campos llegan ya al 50%, lo que ha llevado a los agricultores a convocar una manifestación el próximo 1 de febrero en Sevilla.