Las últimas lluvias han cambiado el paisaje del espacio natural.
Se han inundado zonas que estaban secas hace apenas una semana.
El agua puede contribuir esta primavera a la nidificación de aves.
El nivel de inundación de la marisma de Doñana, muy reducido apenas hace diez días al inicio de la primavera, ha crecido considerablemente con las últimas lluvias, llegando a zonas que hace una semana estaban secas.
La subida del nivel del agua es visible, por ejemplo, en la laguna La Madre de las Marismas, junto a la aldea de El Rocío (Almonte, Huelva).
Todo el espacio natural puede verse beneficiado por las intensas precipitaciones que ha traído la borrasca Nelson, ya que los cauces que suministran agua a Doñana llegan muy crecidos.
Según el portavoz de Ecologistas en Acción en el Consejo de Participación de Doñana, Juan Romero, Doñana es "una beneficiada" de la lluvia y "sus principales cuencas están metiendo agua en la marisma".
El río de Doñana, el Guadiamar, ha añadido, "lleva una considerable crecida que terminará por inundar la finca de Caracoles a través del caño Travieso, un caño que fue recuperado en el programa de restauración hídrica denominado Doñana 2005", ha precisado Romero, añadiendo que "hasta hace una semana esa zona de la marisma estaba completamente seca".
También, "el Partido y la Cañada mayor están inundando la marisma norte, así la Rocina lo está haciendo por la Madre, es decir, por las marismas del Rocío".
"Las lluvias han llegado tarde para Doñana, pero una parte importante de la marismas se va a inundar y posiblemente también se recupere el periodo de nidificación de muchísimas aves, después de un año pasado que fue completamente nulo o nefasto", ha manifestado.