El juez Santiago Pedraz acaba de mandar a prisión al joven de 22 años detenido en esta población granadina. Vivía con su madre y otra persona y fue detenido a las cuatro de la madrugada del martes.
La operación, considerada de gran envergadura, afecta a varios puntos del territorio nacional y se encuentra abierta
Grababan vídeos en los que se reclamaba derramar sangre para recuperar Al Andalus y restaurar el Califato.
La Policía Nacional ha detenido a cuatro personas en Madrid, Cubelles (Barcelona) y Huétor Tájar (Granada) por proselitismo yihadista en redes sociales, de las que tres han ingresado en prisión por orden de la Audiencia Nacional, han informado a EFE fuentes policiales y jurídicas. Tres de las detenciones se practicaron el pasado miércoles y la cuarta este jueves en Huétor Tájar (Granada), donde los efectivos de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional arrestaron a un joven de 22 años por sus vinculaciones con el terrorismo yihadista a través de redes sociales.
Además de esta detención en la localidad granadina, los agentes detuvieron en Cubelles (Barcelona) a otras dos personas y a una cuarta en Madrid.
El juez Santiago Pedraz ha acordado enviar a prisión al joven detenido durante la madrugada del martes en Huétor Tájar por los presuntos delitos de enaltecimiento y adoctrinamiento terrorista. El titular del Juzgado Central de Instrucción Número 5 ha tomado esta decisión después de que pasasen ante él cuatro detenidos. Uno de ellos, natural de Madrid, ha sido puesto en libertad. Los tres que han sido enviados a prisión fueron detenidos el martes en una acción coordinada a nivel nacional por los servicios centrales de la Policía y la Audiencia Nacional. El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, ha confirmado que el motivo de las detenciones es la actividad relacionada con el terrorismo yihadista.
La operación, considerada de gran envergadura, afecta a varios puntos del territorio nacional y se encuentra abierta, por lo que no se descartan intervenciones futuras por parte de la Policía Nacional. El joven residente en Granada vivía con su madre y otra persona y fue detenido a las cuatro de la madrugada del martes.
Según fuentes policiales, la decisión de intervenir se tomó tras detectar los servicios de vigilancia un punto de inflexión en la actividad en redes de estos individuos que aumentó exponencialmente su nivel de radicalización grabando vídeos en los que se reclamaba derramar sangre para recuperar Al Andalus y restaurar el Califato.
El grupo estaba formado por tres varones de 20 años y una mujer de 31, entre ellos el Cabecilla, de origen marroquí, que se hacía llamar Califa.