En muchos puntos de venta todavía mantienen los precios del años pasado, 20 céntimos el kilo de leña de olivo. Lo hemos comprobado en el puesto de Verónica Gavilanes, en Huétor Vega.
Con la llegada de los primeros fríos, en muchos puntos de venta de leña todavía mantienen los precios del años pasado, 20 céntimos el kilo de leña de olivo. Lo hemos comprobado en el puesto de Verónica Gavilanes, en Huétor Vega, Granada.
Es, nos dicen, la mejor solución para hogares donde quieren controlar el gasto, y también para viviendas con muchos metros.
Además de madera de olivo y de raíz, también por un poco más se compra la de encina. La eficacia de las estufas actuales aumenta el aprovechamiento de los troncos, una razón más para apostar por esta forma tradicional de calentar los hogares.
Y es que no hay nada más cálido ni plácido que el crujir de unos troncos al fuego, mientras degustamos una buena comida y mejor compañía, en uno de los muchos restaurantes con chimenea que ya se empiezan a llenar.