La falta de agua que llegaba del pantano de San Clemente agrava la situación de sequía.
Las cosechas se han reducido un setenta por ciento.
Vecinos, agricultores y ganaderos de Benamaurel (Granada) reclaman un caudal con volumen y aguas limpias para el río Guardal, que se nutre del pantano de San Clemente.
Según los afectados, no se trata de una pugna política, sino una lucha por su subsistencia. Hasta ahora han sabido combatir la sequía y sacar adelante sus explotaciones, con su red de acequias.
Hoy la falta de agua que llegaba del pantano de San Clemente ha agravado la situación. Las cosechas se han reducido un setenta por ciento.
Algunos tramos del río Guardal están casi secos. Antes, cuando había charcas, se podía cazar cangrejos en ellas; hoy no. En otros tramos del cauce, el agua está contaminada. Los afectados exigen medidas que eviten más pérdidas.