El sueño de la fusión nuclear se construye en un municipio granadino de 800 habitantes, Escúzar, que albergará la mayor instalación científica de España
A lo largo de la próxima década más de 1.000 personas trabajarán en la construcción de este macroproyecto en el que ya se han invertido más de 300 millones de euros en los últimos 20 años
Escúzar es un pueblo de tan sólo 800 habitantes, a los pies de Sierra Nevada. En él se está afrontando uno de los mayores desafíos de la Humanidad.
Un equipo de Los Reporteros ha viajado hasta allí para conocer de primera mano la construcción de una imponente instalación científica: un acelerador de partículas que puede ser clave para el planeta en su búsqueda de una nueva fuente de energía.
Andalucía va a jugar un papel clave en el sueño global de construir los futuros reactores de fusión y en el enorme reto que la ciencia tiene por delante: generar energía emulando la reacción que se produce en el interior de las estrellas.
Conseguir una nueva fuente de energía en un planeta que tiene que reducir el consumo de combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo o el gas natural, es vital. Por eso, la comunidad científica internacional mira al cielo para apostarlo todo a la energía de fusión.
Los científicos llevan casi un siglo estudiando la fusión nuclear y ahora se enfrentan a un importante escollo. Los esfuerzos de la comunidad científica internacional tienen como objetivo construir un gran reactor de fusión que se llamará DEMO, y que se prevé que empiece a funcionar en la década de los 50.
Antes, será necesario realizar muchos experimentos en unas máquinas muy complejas llamadas tokamaks. Entre ellas, destaca un proyecto europeo ubicado en Oxford y llamado JET.
Ese proyecto a día de hoy ya ha sido superado por el JT-60SA, un reactor experimental construido en Japón entre el país nipón y la Unión Europea. Y actualmente más de la mitad de la Humanidad sigue trabajando en la construcción de ITER en Cadarache (Francia).
Costará más de 25.000 millones de euros, financiados por la Unión Europea, China, Rusia, India, Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, y se pondrá en marcha en el año 2034, casi al mismo tiempo que las instalaciones que se construyen en Granada.
En Andalucía tenemos nuestro propio tokamak. Se llama SMART y está diseñado, construido y operado por el Laboratorio de Ciencia del Plasma y Tecnología de Fusión de la Universidad de Sevilla.
Para construir reactores de fusión que soporten estas temperaturas hace falta encontrar los materiales adecuados. Para eso, hace dos décadas se puso en marcha el programa Dones, liderado por España y Croacia y en el que participan otros 14 países europeos y Japón.
En 2017 se eligió la localidad granadina de Escúzar para albergar su principal infraestructura. Unas obras que comenzaron en 2022 y que aún se prolongarán durante al menos diez años para dar forma al que será el mayor proyecto científico de España. Su nombre, IFMIF-DONES.
Unas 60 personas trabajan ya en el edifico UGR Dones, unas instalaciones dedicadas a la investigación que pertenecen a uno de los socios estratégicos de este proyecto: la Universidad de Granada. A la espera de la construcción del resto del complejo, en el edificio UGR DONES tres prototipos funcionan ya a pleno rendimiento.
La decisión de instalar un proyecto de esta envergadura en Escúzar ya está dando beneficios al municipio. Los beneficios que generará el proyecto IFMIF-DONES no se limitarán al ámbito de la energía de fusión sino que podrían extenderse al campo de la salud.
A lo largo de la próxima década más de 1.000 personas trabajarán en la construcción de este macroproyecto en el que ya se han invertido más de 300 millones de euros en los últimos 20 años y que se está nutriendo de talento andaluz.
Talento, esfuerzo y una gran inversión al servicio de la mayor instalación científica de este país, que hace que el sol del mañana brille ya en Granada.