Los migrantes sufren una experiencia vital extrema que puede desembocar en una depresión
En La Línea, Cádiz, la ONG Betania tiene un programa ayudarles a curar heridas y ser autosuficientes
En este Día de la Salud Mental nos hemos fijado en unas personas cuya experiencia vital suele provocarles ansiedad, depresión, miedo, incluso estrés post traumático. Son los migrantes.
Douda tiene 28 años. Huyó de Mali, un país sacudido por un largo conflicto armado, cuando uno de sus hermanos fue asesinado. Llegó en cayuco a Canarias hace diez meses.
Ahora está en La Línea acogido por la ONG Betania. Se siente protegido y agradecido pero en su cabeza y en su corazón golpean aún las heridas de todo lo vivido.
El programa de Protección Internacional de Betania ha atendido ya a más de 300 personas. Les brindan alojamiento, apoyo psicológico, clases de español, toda la ayuda posible para recuperar una salud mental quebrada por el proceso migratorio.