Las monjas han sabido mantener las recetas de deliciosos dulces artesanos, como cocadas, nevaditos de almendra, princesitas, repelaos o perrunillas. Han sido distinguidas con un "Solete" de la Guía Repsol.
Las monjas clarisas de Belalcázar, en los Pedroches, en el norte de Córdoba, acaban de recibir un importante reconocimiento por la calidad de los dulces que siguen elaborando artesanalmente. Una tradición que se remonta siglos atrás, y que aún hoy perdura en forma de deliciosos dulces navideños.
El convento de Santa Clara de la Columna de Belalcázar se remonta a 1.476. Mucho ha llovido desde entonces, pero algo permanece inalterable, el apego a la tradición de las hermanas clarisas que habitan en la paz de este rincón del interior de Andalucía, que ha sabido mantener las recetas de deliciosos dulces artesanos, como cocadas, nevaditos de almendra, princesitas, repelaos o perrunillas. El secreto, nos cuentan, es sencillo.
Ahora en fechas cercanas a la navidad, el despacho, antesala del obrador, es un ir y venir de gente, venida de toda España a disfrutar de las delicias que esconden estos muros.
Con el reconocimiento con un "Solete" de la Guía Repsol, se hace justicia al trabajo que realizan todo el año de forma artesanal la decena de hermanas de esta congregación clarisa en Belalcázar, que además disponen ya de página web para hacer pedidos y han sabido hacer que perdure la esencia de sus dulces creaciones.