Es el sistema RACU que emplea dos tecnologías de tratamiento del aire como la rueda desecante, encargada de secar el aire exterior controlando la humedad, así como el enfriamiento "evaporativo indirecto", explican desde la Universidad.
No utiliza sustancias refrigerantes, por lo que tiene un bajo impacto medioambiental
Un grupo de investigadores de la Universidad de Córdoba ha puesto a prueba, en esta ola de calor, un sistema de refrigeración que aprovecha las altas temperaturas para producir aire frío. Se trata del sistema RACU ('Renewable Air CoolingUnit'), creado en el marco del proyecto europeo 'We District', que emplea energía renovable, no utiliza sustancias refrigerantes, trabaja con aire cien por cien del exterior y permite controlar la temperatura, la humedad y la calidad del aire en el interior del edificio.
El responsable del proyecto, Manuel Ruiz de Adana, ha expuesto que a diferencia de los sistemas tradicionales de climatización, este sistema "emplea energía renovable" y su eficiencia energética "aumenta en situaciones de temperaturas extremas consiguiendo una gran capacidad de enfriamiento y deshumidificación".
Para ello, se emplean dos tecnologías de tratamiento del aire, como son la rueda desecante, encargada de secar el aire exterior controlando la humedad, así como el enfriamiento evaporativo indirecto, que enfría el aire.
Con ambas tecnologías, y empleando como fuente de energía agua caliente proveniente de una red de distrito 100 por ciento renovable, el sistema es capaz de convertir el aire caliente exterior en aire frío para climatizar el edificio.
De esta manera, si en los sistemas tradicionales el aumento de la temperatura exterior conlleva una disminución de la eficiencia del equipo produciendo menos frío y teniendo un consumo energético mayor, en el sistema RACU ocurre al contrario.
Los resultados experimentales obtenidos muestran que a las 9.00 horas, con una temperatura exterior de 25 grados, el sistema es capaz de enfriar el aire a 16 grados, mientras que con 42 grados a las 18.00 horas enfría hasta 17 grados con un bajo consumo energético.
Otra de las ventajas es que no utiliza sustancias refrigerantes, por lo que tiene un bajo impacto medioambiental, mientras que emplea todo el aire exterior lo que garantiza una óptima ventilación y, en escenario covid-19, supone una ventaja añadida con un bajo consumo de energía.
Asimismo, la investigación realizada ha demostrado que el consumo energético del RACU es 4 veces menor que la de un sistema tradicional, en el que los usuarios pueden controlar solo la temperatura, mientras que con el nuevo sistema los usuarios pueden controlar también la humedad relativa y el CO2 del local.
El proyecto tiene previsto construir cuatro instalaciones demostrativas de redes de distrito en Rumanía, Suecia, Polonia y España, en concreto en Alcalá de Henares, donde se ubicará el sistema RACU de la UCO junto el resto de tecnologías renovables