En Córdoba ya ha comenzado la vendimia en la denominación de origen Montilla Moriles, que junto a la de Jerez son las más tempraneras de Europa. Este año la campaña vuelve a su fecha habitual tras adelantarse el año pasado por las altas temperturas. Además lo hace con buenas perspectivas.
Las primeras en recolectarse son las uvas charnodé, verdejo y moscatel. Después vendrán las variedades tintas y por último la joya de la corona, el Pedro Jimenez. Hay optimismo entre los productores tras tres campañas marcadas por la sequía.
En esta primera fase de la vendimia, se impone la recoleccion automática y nocturna para evitar que las uvas lleguen calientes al largar al mediodía. Después llegará la mano de los vendimiadores.
Será una buena cosecha para el marco que, tras las malas campañas anteriores tiene las bodegas vacías. Montilla Moriles advierte del descenso del número de hectáreas cultivadas que ha pasado de las 20 mil de hace dos décadas a las 4.800 de este año.
Montilla Moriles sigue apostando por la exportacion ante el aumento del consumo de los vinos generosos. Calcula que el 20% de lo que se recolecte se venderá en el exterior.