Un informe señala como causa la pérdida de presión en el interior del aparato, pilotado por un empresario alemán que falleció junto a tres familiares
El misterio del avión que partió de Jerez y se estrelló en el mar Báltico ha quedo resuelto. Cuatro meses después del accidente, un informe señala como causa la pérdida de presión en el interior del aparato, pilotado por un empresario alemán que falleció junto a tres familiares.
El informe provisional del accidente hecho público en Alemania permite reconstruir lo ocurrido el pasado 4 de septiembre. El avión Cessna 551 despegó del aeropuerto de Jerez. En el interior, viajaba Peter Griessman a los mandos junto a su mujer, su hija y el novio de ésta. Volvían a Colonia, Alemania, tras pasar unos días en el chalet que la familia posee en Zahara de los Atunes.
A los 42 minutos, y siguiendo el protocolo, solicita descenso urgente a la torre de control de Madrid indicando problemas con la presión, como nos cuenta Víctor, instructor de vuelo y piloto. Pero no les dio tiempo a descender.
Ya en Francia, las fotografías realizadas desde aviones militares revelan que el empresario no lleva la mascarilla puesta. Con el piloto automático, el avión cruza Alemania y llega al mar Báltico, donde se estrella tras un brusco descenso en espiral. La mayor parte de sus restos se encuentran a 62 metros de profundidad.