El presunto asesino experimentó una rápida radicalización
El presunto autor de este ataque declarará el lunes en la Audiencia Nacional, pero la investigación no se detiene. Conocer todos los detalles de su entorno es vital. En las mezquitas de Algeciras no conocían a Yasine Kanza. Asistió en dos ocasiones a los cultos y en las dos provocó incidentes.
Vivía en un piso okupa en el centro de Algeciras, en un caos de ropa y suciedad. Sus vecinos describen un cambio drástico en su comportamiento desde que había dejado de consumir drogas.
La noche del asesinato del sacristán Diego Valencia, la policía acompañada por el detenido registró su casa. El análisis de los dispositivos incautados demuestra que consumía material yihadista a través de su teléfono móvil. El agresor no estaba en el radar del Ministerio del Interior, lo que lleva a pensar que pudo radicalizarse de forma exprés.
Yasine Kanza llevaba en España más de un año de forma irregular. Tenía abierto un procedimiento de expulsión desde el pasado junio. El juez considera que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato y lesiones con fines terroristas.
