El guardia civil falleció tras ser arrollado en la Nacional IV a su paso por Jerez.
Su compañero sigue ingresado en estado grave.
Dolor en la capilla ardiente de Carlos, el agente de la Guardia Civil que murió este viernes atropellado en la Nacional IV en Jerez de la Frontera (Cádiz).
Hasta el Castillo de Luna, sede del Ayuntamiento de la localidad gaditana de Rota, se han desplazado familiares, amigos y compañeros del agentes. La directora general de la Guardia Civil también se ha trasladado hasta el lugar para mostrar sus condolencias.
Carlos deja viuda y dos hijos de corta edad. De momento se sabe que hay un detenido por el accidente, aunque no ha trascendido más información de un suceso que se encuentra bajo investigación. Su compañero sigue ingresado en estado grave.