Para reivindicar algo más que un arte manual que viene de generaciones, también una terapia.
Desde que se instauró en EE.UU. en 2005, esta iniciativa se ha extendido por todo el mundo.
El segundo sábado de cada mes de junio se celebra el Día Mundial de Tejer en Público. Un día al año los aficionados a tejer salen a la calle para reivindicar algo más que un arte manual que viene de generaciones.
En Cádiz varias decenas de tejedoras se han reunido en una plaza para reivindicar una actividad que es, además, una terapia. Se han adelantado una semana, pero con igual éxito porque se trata de visibilizar un arte 'menor' que en realidad es 'mayor', según Montserrat González, una de las organizadoras.
Y si en algo coinciden las participantes, todas mujeres en este día, es que tejer es algo más que tejer. Es una terapia, el nuevo yoga, nos dicen, porque meditas, te relajas y te centras en un proyecto.
Un arte con un catálogo tan extenso como entrañable: punto, crochet, macramé, tapestry o crochet de jacquard, muchas se afanan en lo que han aprendido en casa, de madres y abuelas, o aprenden nuevas técnicas.
Desde que se instauró en 2005 allá por Texas (EE.UU.), esta iniciativa se ha extendido por todo el mundo.