El clima en la Cuenca Mediterránea cambia a un ritmo mayor que en el resto del mundo.
Se teme su impacto en uno de los ecosistemas más emblemáticos del parque natural de Cabo de Gata Níjar que es la pradera de posidonia.
El clima en la Cuenca Mediterránea cambia a un ritmo mayor que en el resto del mundo. En Almería donde se ha analizado recientemente, preocupa el impacto en uno de los ecosistemas más emblemáticos del parque natural de Cabo de Gata Níjar que es la pradera de posidonia.
La temperatura media y del mar ya ha subido un grado y medio. La posidonia, planta endémica del Mediterráneo que protege la costa de la erosión y en la que viven muchos organismos peligra. La otra variable del cambio climático, el aumento del nivel del mar hará que las playas retrocedan y algunas lleguen a desaparecer. Los largos períodos de sequía amenazan flora y fauna.
Son especies terrestres y marinas como el azufaifa, el coral naranja o algunas aves adaptadas al clima semiárido del parque natural Cabo de Gata Níjar. Evitar la sobrepesca y la pesca furtiva, repoblar con especies que no necesitan mucha agua, regular el turismo y no construir en la costa son de momento las únicas soluciones posibles.