El Cable Inglés, un cargadero mineral que renace como mirador marítimo en Almería

Este lunes ha sido un día grande en Almería porque recupera para el uso y disfrute de sus ciudadanos uno de los símbolos de la ciudad. El Cable Inglés, cargadero mineral, renace como mirador del mar en Almería. Poco podía imaginar el rey Alfonso XIII en 1904, cuando inauguró en Almería el cargadero El Alquife, de la compañía minera inglesa The Alquife Mines Railway Limited, que la vanguardista estructura que apadrinaba se convertiría en un paseo peatonal y mirador del mar Mediterráneo.

Durante la inauguración, el presidente andaluz, Juanma Moreno, ha sostenido que la recuperación de este inmueble "refuerza el vínculo de la ciudad con el Puerto y que supone un importante recurso y reclamo turístico y cultural". Moreno, que ha afirmado que esta inauguración es un acontecimiento "clave" para Almería y un ejemplo de "colaboración institucional", ha aseverado que con él "se salda una deuda con esta zona y con este monumento situado en Las Almadrabillas".

Así, ha señalado que el Cable Inglés es ya uno de los "atractivos" de Almería que, antes de inaugurarse, ha despertado el interés de más de 22.000 personas para visitarlo de forma gratuita; un recurso que "habla de la relación con la minería y que se une a otros lugares mineros como son Las Menasde Serón, Rodalquilar, la Sierra de Almagrera y la Geoda de Pulpí".

De este modo, ha subrayado que este paseo elevado sobre la costa ha convertido el antiguo cargadero mineral de El Alquife en un patrimonio cultural y turístico "vivo". La intervención está orientada a la conservación del muelle, consolidación de la estructura y restauración de la plataforma rematada con un pavimento de madera para el paseo peatonal y el mirador.

El presidente andaluz ha valorado el proyecto de desarrollo de ciudad "moderna y ambiciosa" de Almería que, según ha dicho, apuesta por "revalorizar y transformar sus entornos más señeros como el de la Alcazaba y que avanza en obras claves como el soterramiento de las vías, acordado entre Ayuntamiento, Adif, Ministerio y Junta".

La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha valorado este lunes la recuperación patrimonial efectuada con la segunda fase de obras de restauración en el cargadero de mineral El Alquife, conocido popularmente como El Cable Inglés, con el que se ha dotado a la ciudad de Almería de un nuevo mirador en altura en el entorno del puerto, cuya apertura a la ciudad también se "impulsará" por parte del Ejecutivo con el apoyo al proyecto Puerto-Ciudad.

Así lo ha trasladado la ministra en el acto de inauguración de la plataforma del antiguo cargadero en la que ha participado junto al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, la alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez, y la presidenta de la Autoridad Portuaria de Almería (APA), Rosario Soto, en un acto que ha contado con la actuación musical de Tomatito, su hijo José del Tomate y la Orquesta Ciudad de Almería.

Sánchez ha señalado que a través de Puertos del Estado se va respaldar "como lo hacemos en otras muchas ciudades españolas" el proyecto Puerto-Ciudad para que la instalación "no solo esté mirando al mar sino a la ciudad" y que "los ciudadanos de Almería sientan la Autoridad Portuaria y el puerto de Almería como un elemento más que se tiene que integrar en el día a día, en su cotidianidad y en su beneficio".

DE CARGADERO MINERAL A PASEO SOBRE EL MAR

Porque a partir de este lunes, el conocido popularmente como el Cable Inglés se ha convertido precisamente en eso: un paseo de aproximadamente unos 900 metros de largo que gana en altura poco a poco para ofrecer al visitante unas vistas que combinan el mar, la actividad portuaria y el perfil de una ciudad almeriense, dominada por su famosa Alcazaba.

Ubicado en la playa de las Almadrabillas, entre los puertos comercial y deportivo, en la desembocadura de la Rambla de Almería, la construcción de la ejemplar obra de la arquitectura del hierro del siglo XX comenzó en 1902 como medio de transporte, almacenaje y embarque del mineral procedente de las minas de hierro de Alquife (Granada), por vía marítima.

El hierro es el material que le da su carácter a este monumento declarado bien de interés cultural (BIC) en 1988 por su valores históricos, simbólicos y estéticos. En su día contaba con un acceso que unía la estación del ferrocarril con el cargadero y el propio embarcadero, a través del que los trenes podían descargar directamente en la bodega de los barcos.

Su importancia fue tal que antes de su puesta en marcha eran necesarias 90 carretas tiradas por bueyes y mulas, así como unos 350 hombres, para depositar en los barcos unas mil toneladas diarias del mineral que llegaba desde Alquife por la línea de tren Linares-Baeza. Un peso que se multiplicó exponencialmente gracias al cargadero, en el que se invirtieron 2,7 millones de pesetas de la época.

La actividad se mantuvo hasta 1970 y con el cese de la misma debía haberse desmantelado y convertirse en chatarra. Afortunadamente, la falta de fondos impidieron esto y años más tarde el entonces presidente de la Autoridad Portuaria de Almería (APA), José Antonio Amate, apostó por comprarlo. Costó únicamente 5 millones de pesetas.

En 2009, el arquitecto Ramón de Torres redactó el proyecto para restaurarlo en tres fases, la primera de las cuales se ejecutó entre 2010 y 2012, con el tratamiento de conservación del muelle de carga. Hasta 2018 no se promovería la segunda fase que ha posibilitado la creación de este paseo marítimo y mirador que se ha inaugurado este lunes. Y aún queda la última, que contempla poner en marcha una sala de exposiciones, entre otros usos.

La restauración de la plataforma de acceso del cargadero de mineral El Alquife de Almería, promovida por la Autoridad Portuaria, se ha ejecutado en el periodo 2020-2023. La inversión total ha sido de 2.559.150 euros con cargo a los fondos del 1,5 % cultural, provenientes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

Entre las actuaciones más relevantes destacan la restauración de la estructura metálica de la plataforma de acceso, el tratamiento de conservación de la fábrica de piedra, la puesta en valor de la plataforma superior convirtiéndola en un paseo peatonal y mirador, dotado con un pavimento de madera de iroko, barandillas de seguridad y protección y sistema de iluminación.

Por seguridad, sólo 250 personas a la vez pueden visitar el Cable Inglés, por lo que se ha establecido un sistema de reserva previa, en el que ya se han inscrito más de 22.000 personas, tal y como ha revelado la presidenta de la APA, Rosario Soto, que ha inaugurado el paseo junto al presidente andaluz, Juanma Moreno, y la ministra de Transportes, Raquel Sánchez.