Han pasado cuatro décadas y los protagonistas de esta canción continúan su vida, igual de enamorados. Antonio ya jubilado y con 66 años, ayuda con los preparativos de la carroza de Navidad.
Mari Luz a pocos metros laborea las aceitunas junto a sus compañeros de trabjo en la Fundación Promi. En el mismo lugar donde comenzó su historia de amor en 1977. Cuato años más tarde, tras un calvario de permisos en la España de la transición contraerían matrimonio.
Felices nos comentan que son padres de tres hijos y que han cumplido los mismos sueños de cualquier persona común. Todavía sonríen cuando les recuerdan que inspiraron esta canción de Víctor Manuel. Un himno a la tolerancia.