Juancho Domínguez y José María Cuevas son expertos en este fenómeno que atrapa a muchas personas vulnerables.
En el programa conducido por Javier Benítez nos cuentan las claves de un fenómeno que va más allá de los grupos religiosos.
Los datos oficiales señalan que en España hay 250 sectas identificadas y unas 400.000 personas sometidas a estas organizaciones ilegales. Pero los expertos en la materia aseguran que el fenómeno es mucho más amplio. Así lo han explicado en el programa "Andalucía Ahora" de Canal Sur Radio dos de esos expertos: el presidente de RedUNE (Red de Prevención Sectaria y del Abuso de Debilidad), Juancho Domínguez, y el psicólogo malagueño José Miguel Cuevas.
Precisamente, RedUNE celebra esta semana un simposio sobre el fenómeno de las sectas. "El fenómeno ha evolucionado mucho con internet pero el objetivo no cambia, anular a los devotos es su prioridad", advierte Juancho Domínguez.
Entre los casos más recientes, el presidente de RedUNE advierte de que una secta está suplantando a la Asociación Alcohólicos Anónimos. Se anuncian como "Grupos 24 horas de Alcohólicos Anónimos", tienen su origen en México y "utilizan la vulnerabilidad para saquear el dinero y abusar" de personas con problemas con el alcohol.
Y es que, asegura Domínguez, "esto va mucho más allá de las sectas religiosas" porque "internet facilita la conexión con sectas de cualquier lugar mundo sin salir de casa".
Desde RedUNE recuerdan que la Policía Nacional trabaja desde hace años "de forma eficaz" contra este fenómeno y se pide al Ministerio del Interior que ponga en marcha un observatorio sobre las sectas, que ya existe en otros países europeos.
Por su parte, el psicólogo malagueño José Miguel Cuevas, experto en el fenómeno del sectarismo, previene contra "el mito extendido de que a mi no me va a pasar".
Cualquier persona en una etapa de problemas físicos o emocionales puede caer en las garras de estas organizaciones. "Hay técnicas de manipulación coercitivas que usan los grupos sectarios muy eficaces para cambiar a la persona", explica. Lo hacen "mediante métodos como el asilamiento de las familias, la separación de los amigos, el control de la información, etc..." y todo ello "contribuye a limitar a capacidad de decisión" de la persona a la que quieren captar.
Estos dos expertos instan a que estemos atentos a posibles cambios de comportamiento en amigos o familiares que puedan hacer saltar las alarmas y a no dudar en pedir ayuda.