El presidente de la Autoridad Nacional Palestina ha intervenido ante la Asamblea General de Naciones Unidas por videoconferencia, después de que Estados Unidos le negara la entrada en el país.
Ha pedido a Israel que deje de usar el hambre como arma de guerra, la liberación de los rehenes de Hamás y el desarme del grupo islámico, que controla la Franja de Gaza.
"No vamos a irnos de nuestra tierra", ha sentenciado el dirigente de la organización palestina, que sólo gobierna algunas zonas de Cisjordania por la ocupación ilegal israelí.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, ha intervenido este jueves por videoconferencia ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, después de que el Gobierno de Donald Trump le denegara el visado para entrar en Estados Unidos. En su discurso, ha denunciado que la ofensiva de Israel en Gaza constituye un crimen de guerra y que el país hebreo continúa expandiendo ilegalmente sus asentamientos en Cisjordania.
En su intervención, ha asegurado que Gaza hace frente a "una guerra de genocidio, destrucción, inanición y desplazamiento" y ha reclamado que Israel deje de utilizar "el hambre como arma de guerra" en el enclave.
Abbas ha defendido que sólo habrá paz en la región con una Palestina libre, al tiempo que ha condenado los atentados terroristas de Hamás y ha defendido la necesidad de un desarme definitivo del grupo islamista que controla la Franja de Gaza.
"A pesar de todo lo que ha sufrido nuestro pueblo, rechazamos los actos de Hamás del 7 de octubre de 2023, cuando tomaron por blanco a los israelíes", ha afirmado el presidente palestino ante la Asamblea General de la ONU. Unos hechos, ha añadido, que "no representan al pueblo palestino" o su lucha por la libertad.
El político palestino ha reivindicado así el papel de la ANP -que gobierna en áreas reducidas de Cisjordania a causa de la ocupación ilegal israelí- como administradora de la Franja de Gaza en un hipotético 'día después' a la ofensiva de Israel contra el enclave.
"Estamos dispuestos a asumir la plena responsabilidad de su gobernanza (la de Gaza) y a garantizar su seguridad. Hamás no tendrá un papel que desempeñar como parte de la gobernanza", continuó.
Abbas ha dicho ante las Naciones Unidas que tanto Hamás como el resto de facciones "tendrán que deponer las armas entregándolas a la Autoridad Palestina" como parte del proceso para establecer la instituciones de un "Estado único, con un sistema jurídico y unas fuerzas armadas propias".
Hamás gobierna en Gaza y mantiene una relación antagónica con la ANP, que administra áreas reducidas de Cisjordania a causa de la ocupación ilegal de Israel en este territorio palestino.
Ante los miembros de la ONU, Abbas ha reclamado la liberación de los 48 rehenes que Hamás y otros grupos, como la Yihad Islámica Palestina, mantienen en Gaza a cambio de los presos palestinos, así como que Israel se retire "por completo" de la Franja. También ha recordado que "se han aprobado más de mil resoluciones en las Naciones Unidas" y "ninguna de ellas ha sido aplicada".
Una comisión independiente de la ONU, relatores de derechos humanos, ONGs y un creciente número de países califican de genocidio la ofensiva militar israelí contra la Franja de Gaza, en la que ya han muerto más de 65.500 palestinos.
"No vamos a irnos de nuestra tierra"
"No vamos a irnos de nuestra tierra. Nuestro pueblo se quedará arraigado como los árboles, como las rocas. Resurgiremos de debajo de los escombros para reconstruir", ha sentenciado Abbas en su intervención ante la ONU, que se ha producido en uno de los momentos más críticos de la ofensiva de Israel contra el enclave, con una operación terrestre en Ciudad de Gaza que presiona a huir hacia el sur de la Franja a casi un millón de personas.