Un médico reinfectado dice que "es un virus traidor" y aconseja no bajar la guardia

Ramón Valls es una de las pocas personas en toda España y el mundo que se ha reinfectado del coronavirus, algo realmente inusual, puesto que hay del orden de seis casos en 40 millones de contagios.

Este doctor en medicina sufrió en marzo un primer episodio de positivo coronavirus bastante llevadero, sin causar baja médica, y a los cinco meses, finales de agosto, principios de septiembre, tuvo un segundo episodio mucho más grave, que le obligó a estar hospitalizado. Valles estuvo casi tres semanas encamado y monitorizado, y estuvo a punto de ser intubado.

Este profesional de la sanidad asegura que aún no sabemos el por qué de que una persona que ya haya pasado la covid-19 y en teoría debería ya estar inmunizado, puede eventualmente desarrollar por segunda vez la enfermedad.

Máxime cuando nuestro protagonista confirma que es una persona sana, que hace deporte de forma regular y que nunca antes en su vida había estado hospitalizado por ningún motivo.

Aunque, desde luego, reconoce que es cierto que trabaja en un ambiente hospitalario donde puede haber más carga viral que en ningún otro lugar.

Valls explica que en marzo se hizo las pruebas pertinentes y, a pesar del PCR positivo, una vez superada la dolencia de forma leve, por el test de inmunoglobulinas se pudo comprobar que entonces no había adquirido una inmunidad humoral, aunque hay otro tipo de inmunidad que es la celular.

El doctor señala que hay que concluir que entonces se curó del todo, pues tuvo una PCR positiva y en los días siguientes una negativa, pero que a las tres semanas se hizo el test IGG para comprobar si había adquirido defensas y resultó que no había sido así.

"Clínicamente yo estuve asintomático, trabajando, haciendo vida normal, hasta que tuve este otro episodio, en este caso, más grave. Los otros episodios en otros pacientes han sido más leves, en mi caso, fue más grave".

Por otro lado, existe la posibilidad de que haya personas que tengan una predisposición genética a verse más afectados por la enfermedad, al margen de que por los estudios realizados en la Universidad de Badalona, al parecer, el virus que atacó a Valls a finales de verano era una cepa distinta a la del de marzo.

No hay una evidencia clara de que el grupo sanguíneo conceda mayor o menor probabilidad de sucumbir al virus.

Valls manda el mensaje de que es un virus traidor, porque cuando tú empiezas a tener los síntomas, no te hacen ir al hospital porque tengas una fiebre super alta o te encuentres fatal, sino que son síntomas muy llevaderos, febrícula, malestar, falta de olfato, pero poco a poco, aparece el estado inflamatorio y, sobre todo, la afectación neumónica bilateral pulmonar, que sí constituye una urgencia médica hospitalaria.

"No hay que dudar al principio porque son síntomas muy leves y esto es lo que engaña, y la inflamación y la neumonía requieren más cuidados. Y el otro mensaje es que nadie piense que por haberlo pasado ya no es posible que de recaiga, y que las medidas de precaución, mascarilla, distancia, lavado de manos, hay que seguir manteniéndolas siempre".