Todos los niños y niñas tienen derecho a vivir en un contexto familiar saludable. Cuando esto no ocurre, la Administración debe proteger a la infancia. Un primer paso son los Centros de Protección, pero eso implica cercenar ese derecho. Ese es el motivo por el que la ley trata de buscar fórmulas que sustituyan de alguna manera los centros.
Adopción, acogimiento familiar y, especialmente, la familia colaboradora. Es una iniciativa que pretende que los niños puedan compartir los fines de semana y periodos vacacionales con familias que ponen a disposición su hogar. Se necesitan, por tanto, familias dispuestas a acoger a niños pero tienen que cumplir unos requisitos mínimos: certificado negativo de delitos sexuales y penales y las herramientas necesarias para una convivencia saludable.
En este reportaje de
"Solidarios", los psicólogos de este proyecto nos explican los
beneficios. Los niños que participan amplían su red de apoyo,
ganan en autoestima, seguridad y también en los
resultados académicos.
Pierden el miedo y al sentirse apoyados el impacto positivo en su día a día es notable. También es una experiencia enriquecedora para las familias. Actualmente hay más de
2400 menores en Centros de Protección. Este
programa de
Familias Colaboradoras está disponible en
Huelva, Sevilla , Málaga y Jaén.