Ruiz Miguel nos cuenta la anécdota de la sandía ocurrida al Litri en una corrida

Al llegar a la enfermería, Litri empieza a vomitar un contenido escandaloso que se confunde con sangre, el maestro Villalbita, su banderillero, llora convencido de que Litri ha muerto, cuando en realidad era una sandía que se había comido entera justo antes de torear.

Además, recordamos la época en que forma una de las parejas de novilleros más atractivas y revolucionarias de la historia junto a Julio Aparicio, padre. Ambos llenan las plazas y revolucionan el escalafón, a pesar de que sus estilos totalmente opuestos: mientras Aparicio era el torero clásico, el de más arte y empaque, Litri irrumpe como el primer tremendista de la historia, basando su tauromaquia en el valor puro.

Ruiz Miguel, nos habla también de sus célebres tertulias, organizadas en su finca, a las que asisten amigos, banderilleros y picadores. Estas reuniones son famosas porque a él le gusta mucho hablar y sobre todo porque el propio Litri es el cocinero, preparando comidas espectaculares.

Para entender la trascendencia de este legado, escuchamos el pasodoble que el compositor onubense Abel Moreno Gómez dedica al maestro en los 80.

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