Las puestas de sol en Cayo Largo, una inspiración para Hollywood

Raquel Soto y Benito Pla, una ingeniera de Jerez y un informático de Sevilla, se encuentran explorando los Cayos de Florida, una franja de tierra de más de 50 kilómetros en ese estado norteamericano, a poco más de una hora de Miami, donde el tiempo parece moverse más despacio. Después de vivir unos ocho meses en Florida y 5 años y medio en Estados Unidos, incluyendo una etapa fría en Connecticut, esta pareja andaluza se siente aquí "casi, casi como en Tarifa".

Con la pareja conocemos Cayo Largo, específicamente en el John Pennekamp Coral Reef State Park, el primer parque submarino del país, creado para proteger los corales. Aquí, donde la gente viene a dar paseos en barco, hacer kayak, submarinismo o rutas de senderismo, también hay zonas con casetas y barbacoas para pasar el día completo.

Dentro de este parque, visitamos Cannon Beach, una playa con un nombre peculiar debido a la presencia de antiguos cañones españoles que se encuentran como decoración al fondo, presumiblemente caídos de barcos hace siglos.

Para reponer fuerzas entramos en un auténtico restaurante o lonja de pescado local. Este lugar es especial porque el pescado se descarga directamente de los barcos, y los clientes pueden comprarlo para llevar o pedir que se lo preparen a la plancha o frito. Allí prueban mahi (pez limón), Grouper (mero) y hawkfish (pez halcón). La experiencia se vuelve aún más inusual cuando descubren que en el mismo lugar pueden ver y alimentar tiburones, que esperan la hora de la comida y se les puede dar de comer por una donación de 5 dólares.

Para culminar el día, se dirigen al Caribbean Club, un bar local con música en directo que les gusta mucho, ideal para ver el atardecer. Este lugar es descrito como el bar más antiguo de la zona norte de los Cayos de Florida. Precisamente es donde se rodó parte de la clásica película "Cayo Largo" de Humphrey Bogard e Ingrid Bergman, una de muchas legendarias superproducciones de Hollywood que tienen la isla como escenario.

Nuestros guías, Raquel, es de Jerez y Benito, de Sevilla, y se fueron a Madrid y Barcelona donde encontraron las oportunidades profesionales que buscaban antes de mudarse a Estados Unidos. Aunque disfrutan ahora de mejores oportunidades económicas y profesionales, con salarios significativamente más altos que en España para sus profesiones de ingeniero y project manager, admiten que echan de menos a sus familias, amigos y la gastronomía española.