La segunda vez que aterrizó en Castelldefels ya sintió que era para siempre. Allí lleva 39 años.
Esta astigitana cogió el autobús que hacía la ruta Écija-Barcelona que conocían como "la catalana". Se instaló en el barrio de Vistalegre que, según cuenta, ha sido levantado por andaluces durante las décadas de los años 60 y 70. Para ella los primeros años fueron muy duros, echaba de menos Andalucía. Su familia regresó a Écija pero tuvo que volver a Cataluña a causa de la falta de trabajo. Cuando se instaló por segunda vez asimiló que su vida estaba en Cataluña.