El arroyo está cubierto de maleza, pero los vecinos no tienen autorización para limpiarlo.
Han levantado muretes de ladrillo en sus parcelas para evitar nuevos daños.
Un centenar de vecinos de Chiclana miran temerosos al cielo cada vez que llueve. Nueve años atrás, el agua se desbordó del arroyo que pasa junto a sus domicilios y les causó considerables destrozos. Reclaman que alguien despeje de maleza el cauce, ya que a ellos se lo prohibió expresamente la Confederación Hidrográfica.
A Andalucía Directo le han reconocido que sus viviendas no están regularizadas, por lo que el Ayuntamiento de Chiclana se desentiende también del problema.
Sin saber qué otra cosa hacer, han improvisado muretes en las puertas de entrada a sus parcelas, procurando evitar nuevos daños en sus posesiones.