DESPIERTA ANDALUCÍA
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Los padres de Noelia denuncian que el cura de Benacazón la discrimina por ser down

Gregorio y María Teresa están recogiendo firmas contra el párroco del pueblo sevillano, reacio a que su hija sea madrina de bautizo. En Despierta Andalucía lamentan el historial de actitudes discriminatorias protagonizadas por este sacerdote. 

CANAL SUR MEDIA 22 octubre 2025

Gregorio Vega y María Teresa Jaén son los padres de Noelia, una chica de 18 años con síndrome de Down que vive en el municipio sevillano de Benacazón, que tiene la ilusión de ser la madrina de bautizo de los bebés de su primo pero el cura del pueblo se lo pone difícil. En Despierta Andalucía han denunciado la situación de discriminación que está sufriendo. 

"No vamos contra la Iglesia, es una queja nuestra y de los vecinos de Benacazón contra un párroco", aclara el padre de Noelia, a la que el cura ha sometido a una entrevista para determinar si está capacitada para ejercer de madrina de bautismo, algo que no contempla el derecho canónico ni la práctica habitual de las parroquias en estos casos. 

Los padres de Noelia, con el apoyo de sus vecinos han emprendido una recogida de firmas para solicitar que este párroco deje de ejercer su labor, porque aseguran que el caso de Noelia no es un hecho aislado en su trayectoria. Llevan ya más de 3.000 firmas recogidas. 

"Esta persona desde hace diez años ha hecho muchas acciones en contra de colectivos que han visto mermados sus derechos en la parroquia", asegura el padre de Noelia. Casos, explica, como dificultar el acceso a los sacramentos del bautismo o la comunión a niños de parejas divorciadas, familias monoparentales o personas transgénero.

Ahora, dicen los padres de Noelia, el párroco asegura que no ha podido comprobar la capacidad de la chica para ejercer de madrina. Le hizo una entrevista, explica, "por el sólo hecho de tener down, nunca lo ha hecho con otros padrinos de bautismo" y a pesar de que la joven tiene dificultades de lenguaje. 

Sus padres señalan que Noelia está bautizada, ha tomado la comunión y está confirmada, a pesar de que -aseguran- el párroco también puso impedimentos a que asistiera a la catequesis. Ante ello, se fueron a otro pueblo "donde no nos pusieron ningún problema". 

El caso de Noelia, afirman sus padres, es la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de muchos vecinos quieren otro párroco, porque el actual -añaden- "está enfrentando más que uniendo al pueblo, alejando a la gente de la iglesia con sus homilías".

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