La huella del móvil, el uso de pantallas a debate

En "Los Reporteros" esta semana escuchamos a todas las voces que nos ayudan a reflexionar sobre un debate abierto: el uso del móvil en las aulas, el abuso de este dispositivo y el control sobre determinados contenidos online al que pueden acceder los menores. Y lo hacemos en un momento en el que, más allá de la preocupación social, las administraciones están tomando decisiones para regular ese uso y los efectos que produce.

La Organización Mundial de la Salud recomienda que los menores de 3 años no tengan acceso a pantallas., alguna película en la televisión a los 4 o 5 años, y hasta los 12 se pueden ir incorporando pantallas más pequeñas con tiempos muy limitados y contenidos vigilados.

Uno de cada cinco menores tiene problemas de aprendizaje o conducta en clase. Y detrás de esos problemas puede está el uso sin el control adecuado de teléfonos móviles. Aunque no hay ningún estudio que diga que hay una relación directa entre esas dificultades y el abuso de pantallas, es cierto que nuestros hábitos han cambiado.

Fuera de las aulas, expertos y educadores alertan también del mal uso y del abuso de las pantallas usadas para jugar, ya sea durante las comidas, o a la hora en que se debería dormir. 

La directora de la Agencia Española de Protección de Datos, Mar España, considera que dar un móvil a un menor con accesos ilimitados, sin herramientas de control parental y sin un acompañamiento al menor es una barbaridad. Para Elisa Macías, escritora y educadora, el mejor filtro para un niño son los adultos. 

Este es el primer curso en el que está prohibido el uso de los móviles en los centros educativos andaluces. La Junta de Andalucía ha publicado una Instrucción para unificar criterios sobre cómo abordar este asunto. Y ha encargado al Consejo Escolar de Andalucía un dictamen sobre la regulación del uso de pantallas. 

Otro problema es el acceso temprano a contenidos de pornografía. Siete de cada diez jóvenes entre los 13 y los 17 años ve porno de forma habitual. El consumo de pornografía se inicia a edades cada vez más tempranas, según un informe del Ministerio de Justicia. El gobierno prepara una ley integral de protección a los menores y a la juventud en Internet y en el uso de las redes sociales.

La Agencia Española de Protección de Datos promueve desde hace meses un Pacto de Estado en esa dirección, al que se han adherido más de un centenar de ONG. Además, junto a la Fábrica de Moneda y Timbre y la Comisión Nacional de Mercado y Competencias, prepara un sistema de verificación de edad para impedir el acceso de menores a contenidos inadecuados de violencia, pornografía o apuestas.

Las cifras económicas de la industria de la telefonía móvil y de las empresas tecnológicas que difunden ese tipo de contenidos son gigantescas. son monstruosas. Apple, Microsoft y Google aglutinan más valores de capitalización que el Producto Interior Bruto de Alemania, por ejemplo. Se espera que el mercado de los videojuegos supere en 2030 los 140.000 millones de euros al año.

El Reglamento de Servicios Digitales que entra en vigor este mes de febrero contempla sanciones proporcionales al tamaño de las empresas que incumplan, por ejemplo, la prohibición de mostrar publicidad personalizada a menores. También hay sanciones a las familias, ya que los jóvenes no tienen responsabilidad penal hasta los 14 años.

Los teléfonos móviles son herramientas neutras. Un móvil no puede sustituir un rato en familia, una carrera por el parque, una comida o un rato de risas. Parar, reflexionar, poner límites, establecer reglas parece sensato para que la huella de las pantallas en nosotros y en las generaciones futuras sea positiva y sume.