El antes y después de los residentes del Centro Andalusí de Rescate de Caballos
Con la ayuda de una red de voluntarios y las fuerzas de seguridad, el centro procura salvar caballos, ponis y burros del abandono en Málaga. Más noticias destacadas en la web de TodoCaballo y el programa completo en la plataforma de CanalSur Más. Descárgate la App de CanalSur Más en: Play Store y Apple Store.
El Centro Andalusí de Rescate de Caballos, ubicado en Alhaurín el Grande, Málaga, es una organización benéfica dedicada al rescate, rehabilitación y búsqueda de hogares definitivos para caballos, ponis y burros. La fundadora del centro, Jill Newman, impulsada por su amor por los caballos españoles desde su llegada a España en los años 60, decidió establecer su propia protectora junto a unos amigos tras una experiencia insatisfactoria en otra organización. El centro trabaja en estrecha colaboración con el Seprona de la Guardia Civil y la policía local, ya que ellos no poseen poderes para confiscar animales. A menudo, tanto las autoridades como los ciudadanos se ponen en contacto con ellos para denunciar equinos en peligro.
Cuando se denuncia un animal presuntamente maltratado o abandonado, el centro responde llevando a un veterinario y colaborando con la Guardia Civil en la investigación. El objetivo primordial es asegurar el bienestar del equino, procurando que se quede en el centro. Esta labor vital es posible gracias a un dedicado equipo de aproximadamente 50 voluntarios, que nos cuentan su motivación.
El proceso de rehabilitación incluye acciones clave como acostumbrar a los animales a estar con las personas para facilitar su adaptación a futuros hogares o centros hípicos, ayudándoles a superar sus miedos. El centro ha sido testigo de numerosas historias de éxito, como la de Fabiola, una yegua rescatada en un estado lamentable que requirió una traqueostomía de urgencia y que ahora está fantástica y recuperada, a pesar de sus 30 años. También está Rossy, una burrita ciega desde el nacimiento y abandonada a los cuatro meses, que es un ejemplo de integración y felicidad, con una conmovedora historia de lealtad por parte de su compañero burro durante un incendio. Otro caso es el de Duque, un poni rescatado con severas deformidades en los cascos.
La adopción es el fin principal del centro, pues encontrar buenas casas para sus equinos una vez rehabilitados es su mayor objetivo.