La herradora Ana Isabel Pajuelo, una especialista en la gestión natural del pie descalzo

En un mundo donde la tradición a menudo dicta el paso, Ana Isabel Pajuelo emerge como una voz y unas manos que promueven un camino más natural para los caballos. Es una podóloga equina. Su labor es crucial: saber aplomar un caballo correctamente y recortar su casco según lo que dicta la propia naturaleza del animal.

Para Ana, esto no es un simple trabajo. Desde pequeña, su amor por los animales era evidente, pero fue un espectáculo en Jerez de la Frontera lo que la decantó por los caballos, encendiendo una pasión que hoy la lleva a cuidar de ellos de una forma única. Su formación la recibió en la prestigiosa Escuela de Herradores Manuel de la Rosa, en Puebla de la Parrilla, Córdoba, el lugar que le abrió las puertas a su exitosa carrera y a sus propios clientes.

La especialidad de Ana es el pie descalzo. ¿En qué consiste? Es una gestión del casco que implica que los caballos no lleven ningún tipo de protección, no usan herraduras. Se busca una gestión completamente natural, interpretando las señales que el propio casco del caballo ofrece sobre cómo debe ser cortado. El objetivo en el pie descalzo es lograr que la suela del casco sea un poco cóncava, a diferencia del recorte plano que se realiza para ajustar una herradura. Esta concavidad respeta el equilibrio natural del caballo y su forma natural de pisar. Ana explica que el caballo mismo indica cómo debe ser su corte de forma natural a través de sus aplomos, y la función del podólogo es interpretar esas señales.

La innovación no se detiene en el pie descalzo. Ana, junto a su maestro Manolo, también explora nuevas alternativas. Este año, en la escuela Manuel de la Rosa, están probando unas nuevas herraduras de un material alternativo: el plástico. Estas herraduras son 100% plástico, sin nada de metal en su composición. La gran ventaja de este material es que amortigua mejor los impactos y ayuda a que el casco se mueva de forma natural.