Tierra y Mar

Cosechas atípicas: el terrible impacto de la sequía sobre los cultivos

La escasez de agua y las altas temperaturas afectan a numerosos cultivos en toda Andalucía, desde los frutos tropicales al algodón, los cereales, la uva o el olivar.

Los frutos tropicales , como el aguacate, en Málaga y Granada, la aceituna de mesa, en Sevilla y las provincias más occidentales, la uva en Cádiz, los cereales o el algodón son algunas de las cosechas más afectadas.

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CANAL SUR MEDIA 2 octubre 2022

En la campiña sevillana no ha llovido nada durante el verano y en esta finca, en la localidad de Paradas, la aceituna de mesa se va a dejar para aceite. La finca es de secano y el árbol ha chupado hasta su propio fruto.

Aquí, la producción puede bajar a la mitad, pero incluso en las fincas con riego, como esta otra, se reducirá entre un treinta y un cuarenta por ciento por la vecería, las altas temperaturas y la falta de agua.

Será la cosecha más corta en lo que llevamos de siglo, unas 400.00 toneladas, y el mercado podrá abastecerse gracias a la aceituna almacenada del año pasado. Muchos agricultores deciden abandonar el secano y sembrar nuevos árboles con riego.

Otro cultivo muy afectado por la sequía es el algodón. La cosecha acaba de comenzar y, según el aforo de la Junta de Andalucía, se recogerán unas 130.000 toneladas este año, un cuarenta por ciento menos de la producción de un año normal.

La situación afecta especialmente a Andalucía Occidental y también a zonas como Andújar, en Jaén, donde además ha habido una plaga y muchos agricultores no van a ni siquiera a recoger. Las organizaciones agrarias piden que se reduzcan los rendimientos mínimos exigidos para la percepción de ayudas.

En Andalucía oriental, sobre todo Málaga y Granada, el aguacate es uno de los cultivos que más han sufrido la sequía. El mango, a pesar de ser también un cultivo tropical, está teniendo una buena campaña. Necesita menos agua y la cosecha ha sido récord, casi un treinta por ciento más. Eso sí, de un calibre algo menor a lo habitual.

Para los cereales, sin embargo, la sequía ha sido muy dañina, sobre todo para los que sembraron más temprano. El precio de venta ha sido alto por la guerra de Ucrania, pero ha habido poca producción y campos donde ni siquiera se ha llegado a recoger.

La vendimia este año también ha sido atípica, sobre todo en el marco de Jerez. Allí, debido al persistente calor, comenzó en julio, la más temprana desde que se tienen registros. Y la producción ha bajado más de un veinte por ciento hasta los 44 millones de kilos.

La cosecha de arroz este año en Isla Mayor, en Sevilla, ha sido de las peores que se recuerdan. Se ha podido sembrar solo un tercio de lo habitual, debido a las restricciones de agua. La remolacha también ha tenido unos rendimientos muy bajos y de igual manera la producción de pipas de girasol ha sido de unas 400.000 kilos por hectárea, muy por debajo de lo habitual.

Y en los próximos meses comenzará la recogida de la aceituna para aceite. Las previsiones tampoco son buenas, pero un otoño lluvioso aún podría mejorar las perspectivas. Y también las ilusiones de los agricultores para las próximas campañas.

Llueva o no, los agricultores se plantean medidas para paliar las consecuencias de ciclos secos cada vez más largos y frecuentes. Infraestructuras hídricas, cambios de cultivos. Un debate urgente y necesario en el campo andaluz que no admite demoras.