En concreto, existen tres grandes grupos de pigmentos florales. Los carotenoides son responsables de los colores amarillos, naranjas y rojos en las flores. Los flavonoides son el grupo de pigmentos más diverso y frecuente en las flores. Dentro de este grupo, las antocianinas son las más importantes, ya que pueden producir una amplia gama de colores, desde el rojo hasta el azul y el púrpura. Las betalaínas son menos comunes y provocan el intenso violeta de las remolachas.