El asteroide fue detectado en diciembre de 2024 desde el observatorio ATLAS en Chile y desde entonces, su trayectoria está siendo monitoreada por la comunidad científica y las agencias espaciales, quienes recientemente revelaron los países que estarán en riesgo en caso de colisión. Aunque las probabilidades de colisión siguen siendo bajas, el asteroide fue clasificado con un nivel 3 en la Escala de Riesgo de Impacto de Turín, lo que indica que la trayectoria merece atención. Por el momento, regiones del hemisferio norte no se encuentran dentro de las principales zonas de riesgo. Sin embargo, los científicos advierten que la trayectoria del asteroide podría modificarse en los próximos años según los nuevos datos.