La cantaora onubense Argentina lanza "Utrera mía", el segundo anticipo de su inminente nuevo disco. Tras el gran éxito de "Ódiame", una rumba explosiva que inauguró el interés por su próximo trabajo discográfico, ahora nos llega una a bulería honda, con pulso, que ahonda en las raíces más nobles del flamenco. El nuevo álbum álbum se desvelará por completo el 12 de diciembre con el sello LP Flamenco y distribución digital de OneRPM.
Argentina (Argentina María López Tristancho, Huelva, 1984), Hija Predilecta de Huelva, es una expresión moderna del clasicismo flamenco. Sus discos, desde Argentina (2006) hasta su éxito internacional Mi Idilio con La Habana (2024), y sus dos nominaciones consecutivas a los Latin Grammy, certifican una trayectoria trabajada y rigurosa.
"Utrera mía" es una bulería inmersiva "con piel" que se adentra en el universo utrerano de letras cortas y cuplés, donde Argentina se abraza al legado de esta población sevillana con el máximo respeto por el cante y las formas de decir.
Este sencillo es el nuevo avance de Utrera Flamenco Fetén, el disco íntegro de flamenco que culminará su publicación en diciembre de 2025. La obra es una declaración de amor y respeto a una tierra que ha hecho historia con su soniquete y su verdad. La pieza se grabó en un solo día, el 14 de mayo de 2025, en directo y sin proponérselo.
La cantaora onubense está arropada por un elenco de campanillas. Las guitarras corren a cargo de Pitín hijo, que aporta el sonido de la tierra y la elegancia de la escuela utrerana, y de Javier Ibáñez, cuya maestría suma profundidad y sensibilidad. La atmósfera familiar se sella con el compás de Gaspar del Cuchara y José de Pitín, junto a Jorge Bautista y Juan de Oruco, en palmas, jaleos y coros.
La idea original de este proyecto es de Luis Miguel Baeza. La grabación en Utrera se realizó con Miguel Ángel García Osorno como ingeniero de sonido, y la mezcla y masterización por Fernando Iglesias "Mae" en Estudio El Patio de Bollullos Par del Condado. El videoclip fue producido por Videomax, con fotografía de Vivi Rodríguez y vestuario de Julián Ortiz.