Hombres deshinibidos, bailando incluso a lo John Travolta, y mujeres relajadas, disfrutando de los pequeños placeres de la vida. Esto y mucho más es lo que veremos este miércoles en la quinta emisión de "Te echo de menos"
En el ecuador de "Te echo de menos" las mujeres, totalmente retiradas de la rutina diaria, van a describrir cómo en las pequeñas cosas están los verdaderos placeres. ¿Qué cara se les quedará cuando no solo les hagan el desayuno, sino que encima se lo lleven a la cama para tomárselo totalmente relajadas y sin prisas?
En el otro lado de la balanza, en la de El Ronquillo, veremos como Manuel, nuestro querido Manuel, es cada vez más consciente de todo lo que Mercedes hace diariamente. El 'misterio' que desvelaremos en la presente emisión es qué se esconde en el congelador. Y es que Manuel anda tan perdido dentro de su nevera que cuando intenta descongelar caldo, se encuentra con una bechamel; y cuando espera degustar algún manjar preparado para calentar y listo… se topa con un preparado de marisco, pero para paella.
Después de toda una semana comiendo lentejas, Manuel continúa pasito a pasito considerando lo que Mercedes es en su vida, dentro de su corazón y de su casa. Y el equipo de "Te echo de menos" le va a poner deberes, algo que Manuel nunca ha hecho y que dejará días después boquiabierta a Mercedes. ¿Qué será?
¿Son las mujeres de hoy más independientes que sus abuelas?
Y mientras Manuel se 'pelea' en la cocina, Salud y Marta se meten en el jacuzzi a pleno sol para reflexionar acerca de las relaciones personales. ¿Necesita la mujer de hoy pareja? ¿la busca? ¿se consideran más independientes? Y esa misma pregunta es la que "Te echo de menos" le plantea a Reyes, a Reyes abuela, varias generaciones mayor que las jóvenes de El Ronquillo que participan de esta experiencia.
Esta semana seremos conscientes de lo que piensan unas y otras con todos los cambios que la sociedad andaluza ha generado en las últimas décadas.
¿La montan El Ronquillo?
Y si algo caracteriza a este programa que nuestros protagonistas lo mismo lloran que ríen y no siempre lloran los que se han quedado ni se relajan con unas risas las que se fueron.
Este miércoles los hombres nos van a sorprender y mucho con lo que ya empiezan a preparar para una supuesta vuelta, que no saben cuándo será porque, recuerden, ni unos ni otros sabe qué está pasando con los suyos.
¿se imaginan a nuestro aguerridos padres, tíos, maridos a ritmo de regetón? ¿Aprendiendo inglés? Pues eso también pasará en "Te echo de menos".
Y EN NUESTRO PROGRAMA PREVIO…
Antonio, el frutero del pueblo, no quiere ni imaginarse qué habría pasado en su casa si su mujer 'desaparece' por unos días. Con tres hijos y unos horarios que le obligan a trabajar de madrugada, a matrimonios como el suyo se le pone cuesta arriba plantear que no sea cosa de pareja lo de llevar una casa.
Haciendo la compra diaria en la frutería de Antonio una de sus vecinas reflexiona con Bea Díaz acerca de la vida que ha llevado: primero cuidando a un hermano, cuidando a unos padres, a unos abuelos… “¿Quién me cuida a mí?” dice esta vecina resignada que entiende que esta es la vida que le ha tocado vivir.
Unos metros más allá, en Casa Ferrer, uno de los muchos bares que hay en El Ronquillo, Antonio, su propietario, afirma que no podría abrir el bar, que no podría mantener su negocio sin las mujeres que trabajan a su lado.