LA VOZ DE VIGORRA
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LA VOZ DE VIGORRA

Una verborrea política insoportable

Jesús Vigorra da su particular punto de vista sobre los temas de actualidad en La mañana de Andalucía.

JESUS VIGORRA 20 marzo 2020

La peste del coronavirus nos ha traído, además de un dolor de cabeza persistente y un quebranto económico colosal, una verborrea imparable. A los miles de wasaps, memes y bulos que circulan por Internet y nos hacen perder tantísimo tiempo que podríamos aprovechar, por ejemplo, para leer algo serio sobre el problema, se suman los predicadores de las televisiones -se añaden hasta los vocingleros del corazón- y la afición de los políticos a las ruedas de prensa interminables para no decir nada de interés más allá del lavado de manos y cuatro palabras de ardor guerrero.

Comparece el presidente del gobierno, el vicepresidente (en cuarentena) que no quiere perder cacho y los ministros varios. Los presidentes autonómicos, los vicepresidentes autonómicos (vengan de donde vengan, todos hablan del coronavirus con gran afectación) los consejeros, los delegados del gobierno, los subdelegados del gobierno y el quintento del mediodía con el bueno de Simón cada día más lánguido, cada día más revocado en sus predicciones. Empezando porque esto iba a ser cosa de unos cuantos, luego su oposición al aplazamiento del Congreso mundial del Móvil de Barcelona (prohibición contra la que se posicionaron todos los que hoy tienen que arreglar este naufragio, desde el gobierno a la alcaldesa de Barcelona y el empresariado catalán) y más tarde autorizando públicamente a su hijo para que fuera a la manifestación del 8 de marzo.

Al bueno de Simón lo han rebasado los datos pero sigue ahí comandando el comité de crisis poniendo tiritas al roto que tiene ahora mismo la atención sanitaria, que no llegan ni con manos ni medios a todos los enfermos que reciben a diario. Una perorata de hora y media cada día, muy uniformados los representantes de las fuerzas de seguridad pero metiendo un patón imperdonable como el de la "incautación de las mascarillas en Alcalá la Real" que a todos nos hizo pensar en que era una empresa de extranjis fabricando sin control. Y ayer, después de la hora larga de parla, vino Iglesias con sed de notoriedad, y ya en nuestro ámbito el vicepresidente de la Junta porque si va Juanma a la tele tiene que seguirle Juan. ¡Qué Dios nos coja confesaos!

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