La falta de unanimidad entre los Veintisiete sobre la propuesta española ha hecho que España acabe por retirar su propuesta del orden del día.
Solo Eslovenia y Dinamarca han ofrecido de momento su apoyo al uso del catalán, el gallego y el euskera.
La Unión Europea ha aplazado la decisión de declarar el catalán lengua oficial comunitaria. Una medida que exigió el partido de Puigdemont como condición para apoyar la investidura de Sánchez y que sigue reclamando para darle estabilidad parlamentaria. España se ha visto obligada a retirar la votación del orden del día porque cuenta con la reticencia de muchos países.
El Gobierno español pidió el pasado 9 de mayo que el asunto se sometiese este martes a votación en el Consejo de Asuntos Generales y desde entonces incrementó los contactos con las capitales europeas para lograr su apoyo, pero la petición de Madrid aún no genera el consenso necesario.
Ante esta situación, Polonia, que ostenta la presidencia rotatoria de la UE y le corresponde moderar las discusiones entre los Veintisiete, decidió aplazar la votación para más adelante. Países como Finlandia piden más tiempo.
España promete sufragar el coste, 132 millones, según sus estimaciones, y hacerlo de forma progresiva a partir de 2027. No solo se incluiría el catalán, que es exigencia de Junts, sino también el euskera y el gallego. Solo Eslovenia y Dinamarca han ofrecido de momento su apoyo.