El exasesor del exministro José Luis Ábalos ha llegado al Supremo junto a su letrada y se ha negado a declarar ante el magistrado Leopoldo Puente, quien ahora revisa su situación de libertad
La Fiscalía no ha pedido prisión provisional para Koldo García, exasesor del exministro José Luis Ábalos, después de que se haya acogido a su derecho a no declarar ante el magistrado del Tribunal Supremo Leopoldo Puente.
Fuentes jurídicas informan a EFE de que Koldo ha optado por acogerse a su derecho a no declarar y no dar explicaciones sobre los gastos "opacos" del exdirigente socialista de 95.437 euros que generalmente pagaba su exmujer y él como su "custodio y gestor", ni tampoco sobre el lenguaje en clave respecto del dinero en efectivo que manejaban como "txistorras", "soles" y "lechugas".
En la vistilla que se ha celebrado a continuación para revisar sus medidas cautelares, se ha repetido el guión que aconteció ayer con Ábalos, de manera que el PP, que ejerce la representación letrada de las acusaciones populares, ha pedido el ingreso en prisión, una petición que, sin embargo, no ha apoyado el fiscal jefe de Anticorrupción, Alejandro
Koldo García ha llegado este jueves al Tribunal Supremo ataviado con una boina y mochila en mano, en taxi poco antes de las 10.00, la hora a la que estaba citado, acompañado de su letrada, Leticia de la Hoz, y sin hacer declaraciones a la prensa. No obstante, a las puertas del despacho de la abogada, al ser preguntado por los medios de comunicación sobre la mochila, ha contestado que es un "hombre precavido".
El instructor del 'caso Koldo' en el TS, Leopoldo Puente, volvió a llamar a García a sede judicial tras recibir un nuevo informe donde la UCO asegura que "actuó como custodio y gestor del dinero de Ábalos", de modo que "parte de los gastos de este último eran sufragados y liquidados" por su asesor "con vistas a una eventual restitución institucional".
La UCO señaló la existencia de una reserva de dinero en metálico que no encontraría respaldo en los ingresos regulares del exdirigente socialista y de la que Koldo dispondría para hacerse cargo de pagos que corresponderían a su entonces jefe, tales como la pensión alimenticia de uno de sus hijos, la empleada doméstica o regalos a sus parejas.
Además, la Guarda Civil reflejó que el PSOE pagó tanto a Koldo como a Ábalos con dinero en efectivo mediante sobres. Algunos de esos pagos, explicó, tenían respaldo documental en lo aportado por el Partido Socialista como compensación por gastos, pero otros no.
La UCO detalló que Koldo y su entonces mujer, Patricia Uriz, verbalizaban en sus conversaciones de WhatsApp que parte del dinero que gestionaban, en efectivo o a través de sus cuentas, no era suyo, sino de Ábalos, y que se referían a él como "chistorras" (billetes de 500 euros), "soles" (200 euros) y "lechugas" (100 euros).
Con todo, el magistrado cree que Ábalos y Koldo "pudieran haber mantenido entre sí métodos no transparentes de comunicación de sus respectivos patrimonios, recibiendo indistintamente ingresos irregulares y opacos de diversa procedencia, eventualmente fruto de la comisión de los graves ilícitos penales que se les atribuyen".
Ábalos ya compareció este miércoles por estos hechos y, a diferencia de las tres ocasiones anteriores, esta vez optó por guardar silencio. Según fuentes jurídicas consultadas por Europa Press, alegó que se sentía indefenso por no contar con un abogado de su confianza, dado que estuvo asistido por su hasta ahora letrado, José Aníbal Álvarez, al que quiso renunciar el pasado lunes por "diferencias irreconducibles", pero el magistrado no le dejó.
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