PREGÓN
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Histórico pregón de Charo Padilla, el primero pronunciado en Sevilla por una mujer

9 abril 2019

La periodista de Canal Sur Radio Charo Padilla ha pronunciado este domingo el pregón de la Semana Santa de la capital andaluza, que por primera vez en sus 80 años de historia ha tenido a una mujer como protagonista, una de las profesionales que más de cerca ha seguido a las cofradías sevillanas durante su carrera profesional.

Tras los sones de "Madre Hiniesta", marcha cofrade compuesta por su marido, Manuel Marvizón, Padilla ha tenido un recuerdo al músico Rafa Serna, recientemente fallecido, y ha ido desgranando sus "recuerdos más íntimos, de Dios, de creencias, de devociones aprendidas con los años, de parte de tu vida, de mi vida, de la gente que me quiero".

Padilla ha dicho que ha convertido en pregón lo que "tantas veces" ha contado a través de la radio, con la que ha logrado que su voz no sea "extraña", porque puede que haya acompañado al oyente una tarde de soledad, "o en esos días eternos a los pies de una cama de un hospital".

Charo Padilla ha tenido un recuerdo especial para su madre, explicando que uno de sus primeros recuerdos cofrades fue un Jueves Santo cuando tenía 10 años y acudió con ella a ver a La Macarena.

Su pregón ha tenido referencias a hermandades humildes, como la Agrupación Parroquial-Nuestro Padre Jesús de la Bendición en el Santo Encuentro y Santa María de la Esperanza en su Soledad, la hermandad del Polígono Sur para la que ha reclamado atención, igual que a todas las cofradías menos conocidas, así como la importancia del Proyecto Faternitas, en el que el Consejo de Hermandades y Cofradías hispalense trabaja en ese barrio.

Su presencia como mujer en el atril la ha unido a la historia de Carmen Medina, maniguetera de la Esperanza, que ahora tiene 85 años y ha estado presente en el pregón, recordando la historia de su madre, que realizó estación de penitencia como nazarena cuando a las mujeres no se le permitía, y fue descubierta ya en la iglesia al final del recorrido.

Además, lo ha mezclado con anécdotas que han sacado las risas del auditorio, como cuando su marido, Manuel Marvizón, pidió su mano a su hermano mayor, José Ángel. Su pregón ha sido un recorrido continuo de vivencias, de recuerdos a su familia, de su recorrido micrófono en mano por las calles de Sevilla, en "una Semana Santa que marca nuestra existencia, de las estampas con las imágenes que son un altar improvisado en cualquier momento, de barrios que brillan por sí mismo aunque haga mal tiempo en la salida de las cofradías, como el Cerro del Águila, y de centenares de experiencias personales.

Las ha plasmado en la hora y 22 minutos que ha durado su histórica cita con un atril ocupado por una mujer por primera vez, que ha cerrado con la frase "Sevilla es una cara morena a la que mi madre rezó".

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