Francia frena a la ultraderecha
Queda por delante del bloque macronista y relega a la favorita, la ultraderecha de Marine Le Pen, al tercer lugar. Los resultados de la segunda vuelta dejan una Asamblea Nacional enormemente dividida y sin mayorías claras.
El cordón sanitario acordado entre el partido de Macron y el bloque de izquierdas ha funcionado y la ultraderecha no gobernará en Francia. Se abre ahora un nuevo periodo en una asamblea francesa sin grandes mayorías. Lo primero será encontrar a un primer ministro de consenso.
La alegría va por barrios. Mientras los abrazos y las lágrimas se desbordaban la noche del domingo en la plaza de la República de París, la desolación se imponía entre los seguidores de Marine Le Pen, incrédulos después de acariciar el triunfo.
La noche ha sido larga en Francia que ha amanecido aliviada y expectante. Se abre un período de incertidumbre hasta ahora desconocido en un país esencialmente presidencialista. Poco después de cerrarse las urnas el primer ministro, Gabriel Attal, presentaba su dimisión
El presidente de la República le ha pedido que continúe por ahora para garantizar la estabilidad de un país que en poco más de dos semanas acogerá los Juegos Olímpicos. En la asamblea francesa los números no dan mayoría absoluta para ningún bloque y la opción de una gran coalición entre la izquierda y el macronismo parece más un deseo de algunos que una realidad. La elección del primer ministro será la primera prueba de fuego. Los partidos de izquierda, la fuerza más votada, reclaman el puesto. Macron ya ha dicho que esperará a que eche a andar la legislatura para tomar una decisión.
RESULTADOS DE LA SEGUNDA VUELTA
Con los 577 escaños de la Cámara ya asignados, el Nuevo Frente Popular (NFP) de socialistas, comunistas, ecologistas y la más radical La Francia Insumisa (LFI) quedó en primer lugar con 182 escaños, más otros 13 independientes de izquierda, según los datos oficiales del Ministerio del Interior.
El bloque macronista, formado por tres partidos, perdió su mayoría al quedarse en 168 diputados, con una caída apreciable respecto a los 250 que tenía, pero mucho menos pronunciada de lo que vaticinaba la primera vuelta.
Y el tercer puesto fue para la ultraderechista Agrupación Nacional (RN), que partía como gran favorita tras su victoria en la primera vuelta y los pronósticos de los sondeos publicados hasta el viernes, pero que se quedó finalmente en 143 escaños.
A pesar de esta fuerte decepción, el RN logra un resultado histórico, muy por encima de los 89 diputados de 2022, que ya supusieron un salto excepcional desde los 8 que tenían en 2017.
El conservador Los Republicanos (LR) se mantiene a pesar de algunas deserciones hacia el RN y logra 45 diputados, a los que podría añadir otros 15 independientes de derechas.
Con una participación muy alta, en torno al 67 %, la mayor en varias décadas, muchos franceses parecen haberse movilizado para frenar la llegada al poder de la ultraderecha tras su triunfo en la primera vuelta del 30 de junio.
La mayoría absoluta está en 289, una cifra solo alcanzable con pactos que ahora mismo se presentan como improbables ante el veto de los macronistas y los conservadores a LFI, que tendrá más de 80 diputados dentro del paraguas del NFP.
Los resultados llegaron después de que el RN ganara holgadamente la primera vuelta del 30 de junio, con un 33,3 % de los votos y era el favorito unánime para la segunda ronda, aunque sin mayoría absoluta, en todas las proyecciones demoscópicas.
