nueva normativa europea
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Entra en vigor la ley que limita las grasas trans en los alimentos

Desde este viernes, su presencia no puede superar los 2 gramos por cada 100 gramos de grasa en los productos alimentarios

Se encuentran en los alimentos ultraprocesados como bollería, margarinas vegetales, galletas, aperitivos, platos preparados o productos servidos en establecimientos de comida rápida

La OMS estima que cada año la ingesta de grasas trans causa más de 500.000 muertes por enfermedades cardiovasculares

CANAL SUR MEDIA 3 abril 2021

El 2 de abril fue la fecha marcada por la Unión Europea para poner en marcha la nueva legislación que limita el uso de grasas trans a un máximo de 2 gramos por cada 100 gramos de grasa en los alimentos. 

Lo recoge el reglamento europeo que se aprobó en abril de 2019 y permitió un periodo transitorio de dos años, hasta el 1 de abril de 2021, para que las industrias pudieran adaptarse a este límite. Todo va encaminado a que en 2023 estén completamente prohibidas las grasas trans.

Los ácidos grasos trans provienen de dos fuentes diferentes. Una es natural. Está en los lácteos de vaca y carne de ternera. Y la otra es artificial al modificar la estructura química de los ácidos grasos mediante un proceso llamado hidrogenación de los aceites vegetales que los hace más estables y capaces de aguantar más tiempo.

¿Dónde encontramos estas grasas? Están fundamentalmente en  las grasas sólidas como las margarinas y mantecas; en los alimentos congelados como los canelones, las pizzas, el yogur helado o el helado; en los productos fritos o empanados como las croquetas; en los aperitivos salados, como las patatas fritas; en las galletas y en la bollería industrial, pasteles y tartas; en la comida rápida y en los sustitutos de crema no lácteos.

Este tipo de grasa alimentaria es perjudicial para la salud. ¿Y por qué son tan malas las grasas trans? Porque tienen dos efectos básicos en nuestro cuerpo, y los dos malos. Hacen subir el colesterol malo y bajar el bueno.

Esto puede puede provocarnos enfermedades cardiovasculares, como la arterioesclerosis, e incluso la muerte súbita cardíaca. La OMS estima que cada año la ingesta de grasas trans causa más de 500.000 muertes por enfermedades cardiovasculares.

El aumento de peso es otro de sus riesgos. Puede, además, agravar la diabetes, porque las grasas trans hacen que no se asimile la insulina.

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